martes, 10 de febrero de 2009

dejar reposar



Hay viajes de los que te traes trabajos/escritos por terminar que requieren reposo. A lo mejor es porque fuiste a un lugar a través de un encargo y acabaste con un material mucho más interesante que lo que se terminó publicando y que sabes, que en algun momento, cuando repose y tome forma en tu cabeza, tomará la forma adecuada.
Ayer encontré unas notas de cuaderno de mi estancia en Jerusalem. Un lugar fascinante, por cierto, en el que el peso de la historia cae sobre tí. Aparecieron unas hojas de cuaderno que me escribieron un grupo de jóvenes con los que hablé que no tiré después de publicar el trabajo de encargo, y que considero, es la señal necesaria para darle forma escrita.
En los lugares muy intensos, lleva tiempo digerir lo vivido y tomar un poquito de distancia para poder escribir, y sólo cuando es el momento adecuado, casi por arte de magia, como si el relato estuviera en el horno y se levantara como si fuera un sufflé, es cuando lentamente, es el momento de ponerse a darle forma. Y creo que ha llegado.

listening: josé gonzalez, veneer.

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